La cebada es uno de los cultivos de mayor importancia a nivel mundial con 56 millones de hectáreas, es el cuarto cereal más cultivado del mundo y se encuentra ampliamente representado en todos los Continentes, En México la cebada maltera se cultiva en una superficie superior a las 300 mil hectáreas, de las cuales el 25% corresponde a siembras de riego en invierno, cuyos principales estados productores son Guanajuato, Querétaro, Michoacán y Jalisco, región de El Bajío, donde se siembran de 25 a 40 mil hectáreas, además de Sinaloa, sonora, chihuahua y baja california norte en el noroeste del país. El 75% corresponde a siembras de temporal en verano, cuya producción se concentra en los Estados de Hidalgo, puebla Tlaxcala y estado de México, y en menos escala en zacatecas, Durango y Guanajuato. Los agricultores lo prefieren a otros granos debido a que su ciclo vegetativo es corto, así como por su resistencia a la sequía, a bajas temperaturas y a la salinidad de suelos (López etal, 2005). Los cereales tradicionalmente se han germinado y, o malteado principalmente para la producción de alimentos y bebidas fermentadas. El cereal que más germina con este propósito es la cebada, la cual es preferida por su actividad enzimática. La actividad enzimática o diastásica de la malta es un resultado de la calidad de la cebada y de las condiciones del malteado. Dentro de los cereales, la cebada es la que posee mayor actividad diastásica una vez que es propiamente germinada (Serna, 2003). La calidad de la semilla es un concepto agronómico múltiple que engloba a un conjunto de atributos físicos, fisiológicos, genéticos y sanitarios. La calidad física representa a la apariencia de la semilla, que depende del tamaño, peso volumétrico, brillantez, pureza analítica, ausencia de semillas de malezas comunes y nocivas, y de otros cultivos; la calidad fisiológica está determinada por la viabilidad, germinación y vigor de las semillas; la calidad genética se refiere a las características que el fitomejorador elige antes de liberar una nueva variedad; y la calidad sanitaria depende de la ausencia de plagas y enfermedades en las semillas. La presencia de diferentes tipos de estrés ambiental durante la formación de la semilla también influye en su calidad (Castañeda-Saucedo etal, 2009). La selección de la cebada se basa en la inspección visual del grano para ver si tiene uniformidad y si está exento de contaminantes como material extraño, otras semillas, heces de roedores, etc. La calidad de la malta se ve fuertemente influenciada por la variedad, condiciones de crecimiento, maduración del grano y manejo poscosecha. El proceso de malteado comienza con una buena selección de la cebada, su posterior limpieza para remover material extraño, seguido por el remojo del grano, germinación y secado. El proceso de malteado se puede definir como la germinación del grano bajo condiciones controladas seguido por un secado lento y cuidadoso, esto con el objetivo de propiciar el mayor porcentaje de germinación posible, optimizar la actividad diastásica y concluir el proceso con la menor perdida de materia seca. Una buena cebada maltera debe tener un porcentaje de germinación alto, generalmente mayor de 90%, una germinación uniforme y mantener la integridad del grano una vez que termine el proceso de malteado (Serna, 2003). Tanto los granos como las semillas son seres vivos, en consecuencia respiran y utilizan el oxigeno del aire, producen bióxido de carbono, agua y energía que se traduce en calor, pero a un nivel metabólico tan mínimo que diera la impresión de estar sin vida. Esto les permite que se puedan almacenar en grandes volúmenes y durante largos períodos sin mayores consecuencias de deterioro, siempre que las condiciones ambientales sean favorables a su conservación para mantener las semillas viables, en buena condición física y fisiológica para lograr una satisfactoria germinación y posterior emergencia germinada (Cerovich, 2004). Por lo que en el presente trabajo se pretende evaluar el almacenamiento inadecuado de la cebada y su relación con su calidad maltera.